La vida aunque no nos demos cuenta se acaba, y llegará cuando nos tenga que llegar esto tenemos que tenerlo claro por qué cada día que vivas tiene que ser un suspiro de alegría de tu alma, después de nuestro día a día podemos dejarnos caer en el sofá concentrándonos en lo que llaman la “caja tonta” o dedicar nuestro más preciado valor que es nuestro tiempo a invertirlo en lo que nos gusta. Hace poco conocí a un cliente que llevaba 4 años jubilado, la faz de su cara era de pena y sus palabras fueron, ahora que tengo tiempo voy a dedicarlo a lo que más me gusta no creáis que eran grandes cosas al señor le gustaba tocar el acordeón y cuidar un jardín donde tenía plantados diferentes hortalizas, sinceramente me dio la sensación que parecía tan cansado, me contó que había sido director de una gran empresa y que estaba literalmente agotado, y yo me pregunto por qué le pasó esto, si se hubiera dado cuenta antes no estaría tan apenado por su pasado. Todos sabemos lo que realmente nos gusta, la vida nos va dando señales continuas de que queremos, compramos una revista de un tema que nos atrae, desde pequeño nos han atraído según qué temas y muchos de nosotros no nos queremos escuchar, nos decimos que no vamos a poder o que eso no es para nosotros, incluso antes de empezar, un proverbio chino decía algo así como Para llegar a tu destino tienes que empezar dando un primer paso por eso recuerda siempre que la vida tendrá tu fin como a todos nos llega un día y antes de que pase esto, de verdad, haz lo que te guste en esta vida baila, corre, nada, sube montañas, vuela, todavía tienes una niña o niño interior que quiere jugar y este aunque no lo creamos es una de nuestras grandes momentos vivir nuestro día a día como un niño.